lunes, 15 de octubre de 2007

La auditoría

Momento culmen del ejercicio anual. Dos bellas auditoras visitan la empresa para ver que el estado de las cuentas es óptimo. En este día todos mis compañeros vienen con camisa y pantalón de pinza (Yo voy como siempre, puesto que nadie me ha avisado del tal evento). Sus bocas hablan un nuevo lenguaje en el que todas las "eses" son articuladas. La jefa ha ido a la "pelu" y todo. Desbordan simpatía por los cuatro costados y se preocupan de que las señoritas auditoras estén como en casa. Un dechado de consideraciones, luego las invitarán a almorzar, vaya a ser que haya que maquillar alguna cuenta. Lo mejor de este tipo de auditorías viene al día después, cuando de nuevo se visten con sus prendas horteras y siguen mostrando su incompetencia. Y es que no hay nada mejor que una auditoría para poner a cada uno en su sitio. Por cierto, hoy ha venido el auditor, esta vez sí me lo han presentado, creo que el pobre muchacho ha llevado un "tupper" para comer. Me encanta la discriminación positiva.

domingo, 14 de octubre de 2007

Tras tres meses

Además de una ascensión monetaria en el importe de la beca (360 euros). Uno descubre la incompetencia y la falta de compañerismo que hay en los trabajos. La altanería y falta de humildad, aunque encuentra el resquicio de algunas personas honradas. Existe una falta de educación muy grande en las empresas jerarquizadas, ciertos miedos y falta de profesionalidad. Un cúmulo de miserias a la hora de presupuestar, falta de organización y de métodos para implantar una productividad deseada. Por no hablar de la falta de rigor y del sesgo al que se someten ciertas noticias, supongo que será la astenia otoñal la que ma ha obligado a vomitar todo esto tras tres meses de trabajos manuales. Un placer ser becario, sí.

lunes, 4 de junio de 2007

El primer curro


El 1 de julio comienza la vida de verdad, dar un palo al agua, dícese de comenzar a labrar un futuro. No tener vacaciones durante el verano, está bien ser becario a los 28 años, sí, una edad ideal para comenzar en el mundo laboral.

A lomos de una vespa y por 250 euros al mes, con el sol asfixiando cada poro de la piel.

¿Seré capaz de aguantar hasta el final?

Ya veremos.

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